Así como los ríos no se devuelven, ni el sol cambia su ruta para ir de oeste a este ni tampoco el mundo gira al revés haciendo que el tiempo regrese.
Así como los ciclos son fieles y no varían y se repiten una y otra y otra vez; y como el frío viene con el invierno… así siento el dolor día con día, el dolor ti, o mejor dicho, de tu ausencia. De tu ausencia sin distancia ni tiempo, de tu ausencia cercana y eterna, de tu ausencia que no debería ser ausencia… de tu ausencia en tu presencia, cíclica como las estaciones y constante como los ríos y fiel como la ruta del sol y del planeta.
Pero juro que tomaría todos los relojes del planeta y los pondría frente a un espejo a todos para que su reflejo fuera hacia atrás. Y así jugarles una jugarreta y engañarlos y engañarme, para que ese dolor en lugar de permanecer y aumentar desaparezca y disminuya mientras el segundero va hacia atrás.
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