sábado, 4 de septiembre de 2010

La esencia de tu mirada.

Esa sensación de frio que te recorre la espalda, ese peso que sientes sobre ti, el peso de algo que no debería tener peso, ni sentirse pero que, contra toda lógica tu alma logra proyectar a un nivel físico.
Después de eso, luchar por poder llevar tus ojos a que hagan contacto con ese otro par de ojos que, no sabes dónde están, pero sabes que se encuentran en algún lugar fijados directamente en tí.
Es ahí donde empieza la magia, a partir del momento en que tu alma e instinto te guían para poder enlazarse con esa otra alma que te ve, que quiere robarse algo de tu esencia y, al mismo tiempo, brindarte amablemente parte de la suya.
La búsqueda de esa otra alma, como toda búsqueda está llena de magia, miedo por no saber que es lo que encontrarás cuando llegues al final del camino y sobre todo, ilusión.
Finalmente, cuando llegás al término de la búsqueda, y la conexión de las dos almas, por medio de las miradas, se da, es un big bang a escala, y digo que es un big bang por que tiene muchas cosas en común a la teoría de la creación del universo.
Primero, se da gracias a el choque de dos miradas, así como el big bang se dió gracias al choque de dos partículas. Luego del choque viene la explosión de sentimientos, miedo, pena, ilusión y mil cosas más que son imposibles de describir!
Después de esto tenemos ese pequeño instante, una fracción de segundo en la que las dos miradas se quedan prendadas la una de la otra. Ese pequeño instante que funciona como un tunel en el cual las dos almas se quieren meter al mismo tiempo, conocerse y si pudieran, intercambiarse y sentir lo que la otra persona está sintiendo.
¿Acaso no es eso lo que queremos cuando vemos a alguien? ¿No es acaso la eterna pregunta que nos hacemos :¿qué piensa esa persona de mí?, ¿qué está pensando en este preciso instante??
Finalmente, uno de los dos baja la mirada, ya sea por miedo, por prejuicios... y quiebra el túnel, y se siente el vacío de cuando saltas en bungee, un completo vacío, como si te quitaran el piso de los pies y te dejaran caer de manera infinita...
Es curios que, una vez que la conexión está rota, te sientes vacío, como si te faltara algo que, probablemente, la otra persona se llevó en el instante en que las miradas coincidieron. Pero también sientes algo extraño, algo que no estaba ahí antes de que todo este proceso mágico se diera, algo que, sin darte cuenta, robaste del alma de la otra persona.
Por eso, quiero tener más de tu esencia, más miradas, miradas que no tengan que terminar por nada del mundo, miradas que, aún cuando el cielo se caiga a pedazos sobre nosotros no, no tengan que terminar, que podamos quedarnos por siempre en ese túnel que nos hace sentir cálido el corazón, y en paz nuestro ser.