jueves, 20 de enero de 2011

A vos.


Es bien sabido el efecto que tiene la Luna sobre la tierra, sobre las mareas, (según las abuelitas sobre las plantas y el cabello) y sobre nosotros los humanos. Al final si nosotros somos una mayoría de agua, tiene lógica que también a nosotros la Luna pueda afectarnos de alguna forma.

Pues resulta que a mi esta increíblemente bella Luna llena me hizo sentirme muy romántico y nostálgico, si, más de lo normal (y si, yo suelo ser así, lo que pasa es que no siempre se me nota)… y me dio además por escuchar música “corta venas” para, como quién dice, terminarla de hacer.

Además me dio, como siempre, por pensar en vos… y como toda persona enamorada, a cada frase de la canción le encontraba algo que se relacionaba con lo que me hacés sentir, y pensaba en lo romántico que sería poder decirte “esta parte describe a la perfección lo que siento por vos” o “cada vez que escucho esta canción te pienso, y me acuerdo de…”, en fin, todo ese montón de frases que Hollywood se ha encargado de mercadear y nosotros, de comprar. Seamos sinceros, ¿quién se puede resistir a una buena escena de película con una excelente banda sonora?

Pero hoy, seguro por la Luna, pensé en que no te merecés que te dedique canciones usadas, ni frases de Neruda (por más que me gusten)… no; te merecés canciones nuevas, exclusivas para vos, canciones que no van a estar en los TOP 10 de ninguna emisora, ni nadie querrá cantar, pero que van a ser tuyas, porque son MIS intentos de canción; te merecés MIS intentos de poema, que no tienen rima ni métrica, pero tienen todo el sentimiento que puedo teclear; te merecés MI boceto de libro, que puede que no sea un bestseller, o puede que no se publique, pero va a ser un libro con vos y para vos; te merecés MI ensayo de felicidad y MIS intentos de reflexión.

miércoles, 5 de enero de 2011

Propósitos de año nuevo.


Bueno, feliz 2011! Creo que es justo y necesario hablar un poco de los famosísimos propósitos de año nuevo. El tercer día de este año, Leonora Jiménez (única modelo costarricense) decía en su cuenta de twitter que el “top 3” de los propósitos de año nuevo son dejar de fumar, comer mejor y perder peso, que los de ella eran muy diferentes.

El comentario anterior me dejó pensando (y bastante), especialmente porque yo he sido de esos que como propósito de año nuevo tuvieron los dos últimos, y el primero no me aplica seguramente porque no fumo, porque si fumara probablemente también lo hubiera aplicado en algún momento.

La espigada modelo no decía en su “mini-discurso” de 140 caracteres (cantidad de caracteres que permite esta red social para hacer los comentarios) cuáles iban a ser sus propósitos de año nuevo, pero conociendo la trayectoria en defensa del ambiente de ella podría apostar que van a ir enfocados en hacer grandes avances en esta materia.

Ya entrando en materia, me puse a pensar que la mayoría de personas piensan a la hora de hacer sus propósitos de año nuevo cosas como perder peso, comer mejor, hacer ejercicio, cambiar de trabajo, de casa o de carro y cosas superficiales (no es que hacer ejercicio o comer bien estén mal, pero muy pocas lo hacen por salud, sino por verse bien) o materiales.

¿Cuántos hemos puesto como propósitos de año nuevo, por ejemplo, ayudar a al menos una persona al mes, o conocer a una persona diferente en un determinado periodo de tiempo? Hacer cosas con las cuales no nos sentimos cómodos y tener experiencias nuevas, no sabría decir por qué, no suelen formar parte de esa lista de propósitos de los que muchos nos olvidamos a medio camino, unos antes y otros después, pero al final de cuentas, muchos nos terminamos olvidando y en Diciembre o Enero, nos da por repetir ese ejercicio de hacernos promesas a nosotros mismos que queremos cumplir, pero en el camino se van quedando sin cumplir del todo.

Sería súper interesante ver ese tipo de propósitos y, más que a nuestro cuerpo, harían muchísimo bien a nuestra alma, así que esta entrada al blog es un llamado a quién lo lee para que, como aún no es muy tarde, meta en la lista de propósitos un par de objetivos que hagan crecer nuestro espíritu y alma, y no solo reducir nuestro peso.