Es bien sabido el efecto que tiene la Luna sobre la tierra, sobre las mareas, (según las abuelitas sobre las plantas y el cabello) y sobre nosotros los humanos. Al final si nosotros somos una mayoría de agua, tiene lógica que también a nosotros la Luna pueda afectarnos de alguna forma.
Pues resulta que a mi esta increíblemente bella Luna llena me hizo sentirme muy romántico y nostálgico, si, más de lo normal (y si, yo suelo ser así, lo que pasa es que no siempre se me nota)… y me dio además por escuchar música “corta venas” para, como quién dice, terminarla de hacer.
Además me dio, como siempre, por pensar en vos… y como toda persona enamorada, a cada frase de la canción le encontraba algo que se relacionaba con lo que me hacés sentir, y pensaba en lo romántico que sería poder decirte “esta parte describe a la perfección lo que siento por vos” o “cada vez que escucho esta canción te pienso, y me acuerdo de…”, en fin, todo ese montón de frases que Hollywood se ha encargado de mercadear y nosotros, de comprar. Seamos sinceros, ¿quién se puede resistir a una buena escena de película con una excelente banda sonora?
Pero hoy, seguro por la Luna, pensé en que no te merecés que te dedique canciones usadas, ni frases de Neruda (por más que me gusten)… no; te merecés canciones nuevas, exclusivas para vos, canciones que no van a estar en los TOP 10 de ninguna emisora, ni nadie querrá cantar, pero que van a ser tuyas, porque son MIS intentos de canción; te merecés MIS intentos de poema, que no tienen rima ni métrica, pero tienen todo el sentimiento que puedo teclear; te merecés MI boceto de libro, que puede que no sea un bestseller, o puede que no se publique, pero va a ser un libro con vos y para vos; te merecés MI ensayo de felicidad y MIS intentos de reflexión.